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Los cambios climáticos que en últimas fechas han sacudido a la Tierra nos ha dejado una gran pérdida en flora, fauna, cosas materiales y vidas humanas.
Pero no debemos olvidar que todo es parte del ciclo de nuestro planeta, los fenómenos naturales son inevitables e impredecibles. Pero ¿sabes a ciencia cierta que es y cómo se forma un huracán? En esta ocasión queremos darte un poco de información acerca de este fenómeno que actualmente está muy presente en nuestro planeta.
Los huracanes están constituidos básicamente por aire caliente y húmedo, los términos científicos para estas tormentas son “ciclón tropical” sólo los ciclones tropicales que se forman sobre el Océano Atlántico o el Océano Pacífico oriental y central se llaman “huracanes”. A medida que este aire va subiendo, queda menos en la superficie de la Tierra. Los vientos que circulan en distintas direcciones hacen que la tormenta empiece a girar, a medida que la tormenta se va desplazando sobre el océano va absorbiendo más aire húmedo y cálido. La velocidad del viento aumenta a medida que el aire va siendo absorbido por el centro de baja presión. Pueden pasar horas o varios días hasta que la depresión se convierte en huracán.
Debemos aprender que la madre naturaleza es muy inteligente, todos los procesos en los que busca auto-sobrevivir tienen una razón muy en especial y aunque para el ser humano suelen tener resultados catastróficos, aquí te presentamos algunos de los beneficios que la formación de huracanes tiene para nuestro planeta.
FUENTE: http://www.meteorologiaenred.com
Los huracanes tienen diferentes niveles de fuerza, según sea la velocidad de sus vientos podemos hacer una clasificación de ellos y los daños que pueden llegar a causar:
- Con vientos entre 118 y 153 kilómetros por hora: Sus daños pueden ser principalmente en la vegetación de nuestro planeta.
- Vientos de 154 y 177 Kilómetros por hora: Daños a la vegetación, árboles y casas, así como inundaciones en carreteras y muelles.
- Vientos entre 178 y 209 Kilómetros por hora: Amplios daños, grandes árboles derribados, al igual que anuncios y letreros que no están sólidamente instalados, daños a los tejados de los edificios y también a puertas y ventanas, así como a las estructuras de los edificios pequeños.
- Vientos entre 210 y 250 Kilómetros por hora: Daños extremos: árboles y arbustos son arrasados por el viento, y los anuncios y letreros son arrancados o destruidos, evacuación masiva de todos los habitantes en un área de unos 500 kilómetros de la costa, y también en terrenos bajos, hasta tres kilómetros tierra adentro.
-Vientos de más de 250 Kilómetros por hora: daños catastróficos, la mayoría de las casas móviles son destruidas o seriamente dañadas, marejadas de 4,29 a 5,94 metros por encima de lo normal.
En México los estados que suelen ser más afectados por la llegada de ciclones tropicales son: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Sinaloa, Nayarit, Baja California Sur, Yucatán y Tamaulipas.
Desearíamos que este tipo de fenómenos naturales no ocurrieran, pero la naturaleza es impredecible y se recomienda tomar algunas acciones en caso de vernos amenazados por el paso de un huracán. Toma en cuenta algunos consejos que podrían ser de gran utilidad.
- Protege vidrios y cristales con cinta adhesiva, forma una especia de “X” a lo largo de la ventana.
- Cierra muy bien las llaves de agua y gas.
- Prepara un botiquín de primeros auxilios
- Guarda documentos importantes en bolsas de plástico muy bien cerradas, puedes utilizar cinta adhesiva también.
- Prepara alimentos enlatados y agua prurificada
- Desconecta todos los aparatos e interruptores de la luz eléctrica
Cómo parte de una implementación para evitar confusiones con números o térmicos técnicos los huracanes son llamados con nombres de personas alternando alfabéticamente los masculinos y femeninos, esto a su vez permite que la alerta se corra rápidamente y se tomen precauciones. En Ginebra, Suiza, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) es la encargada de bautizar a los huracanes. Estos nombres son repetidos cada seis años, a excepción de aquellos que hayan causado una pérdida significativa en vidas humanas y económicas.
Esta práctica comenzó en el año de 1953 y se dice que en un inicio solo se utilizaban nombres de mujeres porque en su mayoría los trabajadores que se encargaban de bautizar a los huracanes eran hombres y lo hacían con el nombre de sus novias, hasta el año de 1973 se empezaron a utilizar nombres de hombre.
Fuente: www.clarin.com
